Saga Millennium al cine: El policial negro moderno sin final feliz

La Trilogía en el cine

Las tres películas no salen de la generalidad de que los libros hechos películas rara vez resultan satisfactorios. Los fanáticos de la trilogía quedan desilusionados porque no se respetan muchas cualidades de los personajes ni siquiera su papel en la trama.

En caso más notorio e indignante es el de Erika Berger, quien a lo largo de los 3 libros es una gran protagonista, una mujer muy capaz, feminista y con gran criterio periodístico. Contrariamente, en las adaptaciones a la pantalla grande tiene un papel de amante de Mikael Blomkvist que no llega a entenderse y está lejos de representar su esencia de mujer independiente y luchadora.

El otro caso es el del mismo Mikael, que en los libros es un claro galán que se acuesta con cuanta mujer se cruza en su camino y un periodista de izquierda incorruptible que se aboca a denuncias sociales. Sin embargo, en el cine no se manifiestan estas cualidades y, si no se leyó el libro, resulta difícil entender por qué está tan obsesionado con ayudar a Lisbeth.

El personaje mejor logrado es el de Salander, gracias a la versatilidad de Noomi Rapace, quien se ha convertido en un ícono en Suecia. En la película se retrata el perfil rebelde de la protagonista y se ve reflejado su sufrimiento como sucede en el libro.

La experiencia de ver las películas sin haber leído la obra original es muy distinta si tenemos en cuenta lo mucho que se pierde de la intencionalidad de la historia. Le faltan muchos aspectos que son fundamentales a la esencia de la trama y otros detalles son clave para entender lo que Stieg Larsson quiso expresar sobre la violencia de género en su saga de best sellers.

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